domingo, 14 de octubre de 2012

EL ROMANTICISMO. CARÁCTERRÍSTICAS GENERALES


EL ROMANTICISMO. CARÁCTERRÍSTICAS GENERALES
 


El Romanticismo: es un movimiento artístico propio de la primera mitad del siglo XIX que supone una reacción contra el Neoclasicismo del siglo XVIII, que había pretendido regular el arte y ponerlo al servicio de la razón. Es una verdadera revolución, que se extiende por todas las artes, con especial influencia sobre la literatura, la pintura y la música.
Aunque nace en Inglaterra y Alemania, el Romanticismo se extiende pronto por toda Europa, y llega también a la América anglosajona e hispana. Los románticos valoran sobre todo los sentimientos, por encima de la razón. Despreciando las normas neoclásicas, buscan expresar lo que sienten  de manera directa e imaginativa, mezclando libremente formas de expresión que se consideraban antes incompatibles, como el verso y la prosa, la comedia y la tragedia.
Gracias al Romanticismo, se recopila el folclore de los pueblos europeos y se le da una expresión literaria. El anhelo de libertad romántico va ligado a dos corrientes políticas de enorme influencia: el liberalismo (que pone por encima de todo la libertad del individuo) y el nacionalismo (que pretende liberar a los pueblos de cualquier gobierno exterior).
Aunque el género literario romántico por excelencia es la poesía, los románticos crearon también nuevos géneros narrativos, como la leyenda y el cuento fantástico.
Algunos románticos buscan en el pasado, en la recreación de épocas como la Edad Media, su ideal de vida, mientras que rechazan como un error la Ilustración. El suyo es un Romanticismo conservador o reaccionario, enemigo de la modernidad. Otros, en cambio, no combaten las ideas de la Ilustración sino que creen que el progreso debe continuar hasta eliminar todas las injusticias sociales. Es el Romanticismo liberal o revolucionario.


Aunque las posturas de estos dos románticos son opuestas, los une el rechazo a los valores neoclásicos y el cultivo de algunos temas característicos:

  • La libertad: “es mi Dios la libertad”, escribe el poeta español Espronceda, haciéndose eco de un sentir general. Los románticos rechazan todas las normas que pretenden regir el arte. En sus obras mezclan todos los géneros y formas: comedia y tragedia, poesía y prosa, versos de arte mayor y menor, rima asonante y consonante, etc.
  • La naturaleza: el amor por la naturaleza se expresa en el gusto por los paisajes, sobre todo, por los espacios que el hombre no ha transformado. La naturaleza, además se convierte en el fiel reflejo del estado de ánimo del artista.
  • Lo siniestro: el arte romántico siente una gran atracción por todo lo sobrenatural. Fantasmas, demonios, brujas, objetos encantados y sucesos inexplicables pueblan los poemas, relatos y novelas.
  • Escapismo: para huir de la sociedad en la que viven, los románticos se entregan a la ensoñación. Sus fantasmas se sitúan en tierras lejanas y exóticas, o en épocas remotas (la Antigüedad y la Edad Media)
  • El amor: para los románticos, el sentido de la vida se resume en amar y ser amado. Por el verdadero amor, casi siempre imposible, están dispuestos a todo, incluso a entregar su vida.
  • Las tradiciones populares: cada pueblo tiene su propio espíritu nacional, que se expresa a través del arte popular. Tanto el estudio del folclore como el nacionalismo son creaciones románticas.

En España, que permanece casi ajena a los cambios sociales que recorren Europa, el Romanticismo no llega a asentarse. Fue necesario el exilio para que algunos intelectuales liberales españoles, conocieran en Europa el Romanticismo y lo asimilaran. A su regreso, estos artistas se encuentran con un ambiente más abierto y receptivo, en el que pueden publicar sus obras y tratar de defender sus ideas. El Romanticismo español, tardío y limitado, alcanza su apogeo entre 1833 y 1835, y luego decae. Hacia 1840, una nueva corriente artística, el Realismo, lo desplaza casi por completo.

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